lunes, 10 de agosto de 2015

Sevillanas!!!

Y aunque a estas alturas del verano, el calor es casi insoportable, siempre queda un pequeño hueco para hacer unas pequeñas sevillanas para mi querida amiga........ 




2 comentarios:

  1. Hola Louise:
    Me gusta tu arte imaginativo, amable y simpático.
    He contestado el comentarios que has dejado en mi blog (¡muchas gracias!), me ha venido más que bien: perfecto.
    Te traigo aquí lo que he escrito al hilo de lo que me cuentas, si no lo ves apropiado bórralo tranquilamente porque seguiremos tan amigos, por supuesto. Ahí va:

    Dices bien, Marisa: es más cómodo esperar en punto muerto y con el pie izquierdo en reposo, es lo más natural y se suele llegar a ello de forma espontánea a medida que uno mismo va tomando confianza en iniciar la marcha de un modo similar al resto de los conductores. Tal como comenté en la entrada, en la autoescuela se suele hacer lo contrario, pero ni siempre ni con todos los alumnos, sólo con el fin de ganar algo de tiempo al principio y de que el alumno se sienta seguro de que ya está en primera, pues es bastante habitual que las primeras veces que se circula en ciudad y con bastante tráfico, por querer hacerlo demasiado rápido, se precipite y ponga tercera o quinta, con lo cual se cala el coche, aumenta la tensión, la palanca no se mueve porque se deja en la marcha equivocada (se ve hacia adelante), se vuelve a calar, la tensión emocional se dispara, el semáforo vuelve a rojo y los que tenemos detrás se desesperan.

    Es más mucho más fácil evitar todo eso si se espera en primera y con el embrague pisado; el profesor debe explicarlo, y a medida que el alumno avanza y se va sintiendo integrado y cogiendo fundada confianza ir abandonando esta forma de actuar, dejándola sólo para cuando esté en semáforos que duran poco tiempo en rojo, detenciones para ceder a peatones que cruzan ágiles, stops, cedas el paso, retenciones rápidas o situaciones similares, en las que yo mismo, suelo actuar así y como supongo que tú lo harás. Y tu marido, porque cuando se cede a los vehículos de una vía transversal detenidos ante un stop, por ejemplo, aunque haya bastante tráfico, es fácil que algún conductor retenga un poco y nos invite a salir, cosa que debemos hacer con agilidad (si es seguro) pues quien nos ayuda a pasar no pretende detenerse, sólo darnos el tiempo necesario para reanudar la marcha.

    No obstante, te puedo asegurar que por hacerlo así algunas veces al embrague no le pasará nada, siempre que el pedal esté completamente pisado, si está en o cerca del punto de fricción (donde empieza a tirar el coche hacia adelante) sí que se somete a mucho esfuerzo: por un lado se le hace llegar algo de movimiento del motor a las ruedas y por otro impedimos que estas giren pisando el freno.

    En principio, los coches de escuela son a los que más se les castiga el embrague, y aún así, normalmente llegan y hasta superan los 300.000 km sin necesidad de cambiarlo, aunque sí es cierto que para ese kilometraje ya se suele notar bastante duro el pedal y algún ruido de desgaste en el cojinete de empuje (el collarín), sobre todo en parado y en punto muerto. Normalmente, con un uso no profesional del coche este se cambia mucho antes de llegar a esa cifra de kilómetros y sin que se aprecie ninguna anomalía en el mecanismo de embrague. Podéis estar muy tranquilos.

    Entre muchos conductores, vendedores de coches, mecánicos, algunos de mis colegas (también) hay muchos prejuicios y tabúes fuertemente arraigados completamente falsos. Pero cuando te surja alguna duda (incluyo a tu esposo), pregúntame, por favor, igual tardo un poco en contestar (como hice ahora y si no es urgente, perdón), pero lo haré con mucho gusto.

    No sé muy bien en otros países, pero en este, ya sabes que tenemos una fuerte tendencia al extremismo aferrándonos con fuerza a todo tipo de filias y fobias, a blanco o negro (parece que no queremos ver los grises) a Barça o Madrid... y así para todo. Y así nos va, claro. Pero espero que a ti te vaya muy bien, me ha hecho ilusión “verte” por aquí, muchas gracias por la visita y hasta cuando quieras, Marisa.
    Feliz fin de semana. ¡Saludos!

    ¡Gracias!

    ResponderEliminar